Canto fúnebre

Te suspendo
entre mis dedos,
te balanceo
en mi recuerdo,
me bailas
las nubes que incontroladas
desdibujan tu silueta
en el horizonte de tus besos.

Te agito
la mente como una coctelera
que entremezcla tus pensamientos
con una nota a alcohol puro
que como tú
de puro, solo tiene el nombre
y me paralizas
con esa melodía hipnótica
que son tus suspiros
a media noche.

Me paralizas.

Me para-mimetizas
en tu contoneo compulsivo
que me contrae el estómago
hasta que solo oigo tu respiración
soñándome entre noches
de ruido
y sal.

BSO: Dirge | Death In Vegas

Nueva York

En un abrir y cerrar de corazones.

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Se suspenden en senderos
de temor y tiemblan,
atónitos ante una nueva era
de odio
y tedio.

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El rojo de tu mirada
incandescente
me sugería saltar-
te.

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Guardo lapislázuli
en tu mirada
inquieta,

ven.

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Te miro los cuchillos
que tienes como ojos
y los afilo
con terciopelo

naranja.

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El agua que corría
por nuestros versos
bautizó el adiós
que nunca querrías
aceptar en clave
de luna.

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A contrabajo de
experiencias
te siento evaporar
en agua fuerte,
que purifica
mis pulmones
de hierro
forjado.

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Cuenta gotas
de lluvia
cuando te sientas
sola,
solo así,
saborearás la
soledad del
silencio.

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Bébeme a miedos.

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Desayunarte cada día
un poco más,
hasta que caduques.

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Dolerme en besos agridulces.

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Acariciarme a despedidas
besarme las penas
susurrarme incompleto.

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Sincerarte entre naranjas
y dolerme las entrañas.

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Saboreo tu piel
de horchata
y te como los
miedos,
que ensuciaste
con mostaza
vieja.

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Me caducas
agrio,
y me sabes
cada vez
más
ocre.
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Si cada sorbo de soledad
que compartí contigo
fuera manantial de versos,
ni la trilogía de nuestros suspiros
de rima caduca
podría aplastar la angustia
que es no sentirte.

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Hoy, me desperté sinfonía
obtusa, inacabada, inestable,
inconclusa.

Hoy, me desperté sinfonía
asíncrona con el mundo.

Hoy, todos los golpes
de realidad redoblaban
en un pensamiento tenso,
sonando agudos
en mi estómago.

Hoy, me sonaste a piar
de mirada de desierto
y me contagiaste tu compás
de 3/4 destellos.

Hoy, me volví melodía
salvaje
y me resonaba
violeta.

Uni-versos

- Quiero escribir a la velocidad de tu voz.

- Tú eras Horror Vacui, y yo Minimalismo.

- En mi corazón eres vacío hermético y hegemónico.

- Esa era la aridez de tu belleza.

- Eres nieve en pleno agosto.

- He acariciado bestias salvajes en tu corazón.

- Tu electricidad me hechiza el alma.

- Nuestra habitación era un microclima que me embriagaba.

- Me has erizado el corazón.

- Me haces libre con mirarme.

- Lo que te dije, mientras pensaba qué decir.

- Borrarme a mí misma, cuando no era yo.

- Desabrochándome por dentro.

- Nos acordamos de nuestras caídas, pero no de cómo nos levantamos.

- Comerte hasta las nubes con tu ego.

- En diluvios uni-mentales.

- Cierro los ojos y me despierto sonido.

- Separé el ritmo del sonido más íntimo del escaparate de tu cuerpo.

Carta a mí misma

Hay cosas que nunca me contaron,

y que me quiero contar hoy,

a mí misma.

Hay que lavarse los dientes después de comer,

pero esperar un ratito,

las caries no las provocan las comidas,

sino los ácidos que estas crean,

así que cuídate ese estómago.

Por más que te portes bien,

te pueden pasar cosas malas,

y no es culpa de nadie,

ni de tu comportamiento,

ni de tus pensamientos,

simplemente, a veces las cosas pasan,

y lo importante es saber gestionarlas.

Hay que decir la verdad,

aunque hay gente a la que no le gustará oírla,

así que mejor, te la guardas,

como un tesoro,

hasta que tengan la llave - entendimiento,

que abrirá el cofre-saber.

Puedes creer y querer a quien quieras,

no necesito mayor explicación.

El dinero ayuda, pero no da la felicidad,

de hecho, he de confesarte:

la vida que creías que seguirías y que debías seguir

no

existe.

Al menos, no te da felicidad,

has estudiado, has trabajado,

has tenido pareja estable,

has creado,

has creado MUCHO,

y te has dado cuenta, de que eso sí te hace feliz,

pero no te hará rica,

y te da igual.

Pero dentro de ti,

te visualizas,

siempre te has visto,

sabes qué quieres, o qué te gustaría,

qué no quieres,

así que ve a por ello,

que la vida,

como el bus de las 8,33,

se escapa.




Carta para mí y quien la quiera leer | Hoy, Barcelona.

Hay algo en mí,

que no quiso,

que no quiere

ni querrá.


Hay algo en mí,

que me recuerda,

que me impide,

que me quita.


Hay algo en mí,

que quiere salir,

convertido en grito

de socorro

hacia ti

sistema-veneno.


Hay algo en mí,

que no quiso

que no quiere

ni querrá,

ni será de nadie,

si yo no quiero,

y no quiero.


No

es

No.

Consciente.

Me duele la consciencia,

me atraviesan los pensamientos

punzados de verdad

y de pasado,

y sangro realidad

a borbotones.


Me desangro consciente

de lo que me rodea,

me contracturo las mentiras

que pre-siento,

y me auto-medico



CALLAR.

Abismos

Se marchitan los abismos

De nuestra habitación

Se desvanecen los olores de tu alma

Se pierden los recuerdos de tu boca,


Y tus mentiras.

Ojeras

Las ojeras

se expanden

como colores sobre el lienzo

como gotas de lluvia en la ventana

como el sueño que ya no sueño.

Las ojeras

forman un puente

con los versos

con los que desvelo

alma y cuerpo.

convexo.

Vino cortado

La oscuridad se asoma,

tiñendo de maldad tu pureza,

distorsionando en pleno reverb tu dulzura.

Suenas lejana,

suenas a vino cortado,

suenas a vienes cortando

una relación

que no perdura.

Dudas

Me gustaría conocer el proceso compositivo

de las almas que descomponen

mi corazón

y lo dividen

en

dudas.